Entre delirios fantásticos y la cruda realidad
Divagaba entre delirios fantásticos y la cruda realidad, cuando algo en mi cabeza dio la orden de abrir los ojos. Los abro, los cierro, los vuelvo a abrir y mi habitación casi a obscuras veo. Vueltas, doy vueltas y sin mucha parsimonia me levanto.
Primero lo primero, ir al baño a vaciar la vejiga. En mi estado de semi-conciencia salgo del cuarto y me dirijo a la cocina y sin mucha necesidad enciendo una luz, la que menos ilumina, no estoy como para recibir estímulos. Abro la heladera, el refri como en Chile y México, saco la leche, (descremada, la de cartón rosa) y el queso blanco, (light, el de tapa verde). En la mesada veo la cafetera con un poco de café. Abro la alacena, mmmmh pan lactal negro (diet). Si, eso quiero. Introduzco dos rebanadas en la ranura de la tostadora, bajo la palanca y veo como los filamentos internos se van poniendo colorados.
Desde cuando estará este café acá?. Tiene una sustancia blanca en el borde o solo me parece?. Bueno supongo que un par de hongos no me van a matar y es probable que las microondas los maten a ellos primero. Vierto todo lo que queda del negro líquido en una taza le agrego la leche casi hasta el borde. Al microondas. Mientras la taza iluminada da vueltas, voy hasta la heladera y cambio el queso blanco por manteca con tantas cosas diet un poco de grasas no me van a engordar más de lo que estoy. Saltan las tostadas y con el cuchillo separo delgadas láminas de manteca que voy depositando sobre uno de los panes que tomé de la tostadora y mientras saco la segunda rebanada veo como se van derritiendo. Repito el procedimiento para el otro pan. Escucho TITU, TITU, TITU. Veo escrito con letras verdes sobre fondo negro "LA COMIDA ESTA LISTA" en el display del horno a microondas. Ya va. Terminé con las tostadas y arrimo el plato al borde de la mesada para que este más cerca de la mesa así lo tomo cuando paso con la taza de café con leche. Me apuro a sacar el brebaje antes que vuelva a sonar el estridente aviso de "la comida está lista". Dicho y hecho, ya sentado a la mesa me dispongo a desayunar, solo y en silencio.
El silencio de la mañana me tortura. El cantar de los pájaros mañaneros, el rugir de un motor diesel de un ómnibus que pasa a dos cuadras, las hojas de los árboles ya frondosos sacudidas por el viento y hasta el sonido del sol asomando me taladra el cerebro. Enciendo la radio, uh!, y bajo el volumen. No, esto no. Cambio y veo en el dial 95.1. Si, música lounge suave, esto va a tapar esos insoportables ruidos. Sigo desayunando, aunque a esta altura solamente me queda el café porque estaba un poco caliente y las tostadas se me acabaron antes. El sonido de la radio se mimetiza y se integra con el resto, ya no está todo bien como antes. Chau música!. Sigo bebiendo mi café tratando de no prestar atención al ambiente. El fondito mejor no, mirá si justo ahí están los champiñones. El plato y la taza van a quedar donde están y como debe ser, sobre la mesa.
Vuelvo al cuarto. Me recibe la mujer que amo con los ojos entreabiertos y con un "donde estabas?". Y espeto un "en el Parque Centenario".
- Dónde estabas?
- Desayunando.
- Por que?
- Porque tenía hambre.
Este diálogo se dio mientras retornaba a mi lugar en la cama y me cobijaba bajo las sábanas ya que en el pasillo estaba bastante fresco. La abrazo y trato de reconciliar el sueño, cosa que se me hace bastante difícil. Estoy entrando en estado alfa de nuevo, y me veo escribiendo esto, uno de estos días. Tengo que encontrar la foto adecuada, pero antes mejor tengo que encontrar el lenguaje y el estilo, no va a ser fácil. Hay frases que son impecables, mejor las escribo ahora. Pero si me despierto voy a interrumpir la creación, pero si no las anoto me las voy a olvidar. No creo, no estoy dormido y esta ensoñación me favorece.
PIPIPI PIPIPI…
PIPIPI PIPIPI…
PIPIPI PIPIPI…
Snooze, dos veces más y me levanto.
Primero lo primero, ir al baño a vaciar la vejiga. En mi estado de semi-conciencia salgo del cuarto y me dirijo a la cocina y sin mucha necesidad enciendo una luz, la que menos ilumina, no estoy como para recibir estímulos. Abro la heladera, el refri como en Chile y México, saco la leche, (descremada, la de cartón rosa) y el queso blanco, (light, el de tapa verde). En la mesada veo la cafetera con un poco de café. Abro la alacena, mmmmh pan lactal negro (diet). Si, eso quiero. Introduzco dos rebanadas en la ranura de la tostadora, bajo la palanca y veo como los filamentos internos se van poniendo colorados.
Desde cuando estará este café acá?. Tiene una sustancia blanca en el borde o solo me parece?. Bueno supongo que un par de hongos no me van a matar y es probable que las microondas los maten a ellos primero. Vierto todo lo que queda del negro líquido en una taza le agrego la leche casi hasta el borde. Al microondas. Mientras la taza iluminada da vueltas, voy hasta la heladera y cambio el queso blanco por manteca con tantas cosas diet un poco de grasas no me van a engordar más de lo que estoy. Saltan las tostadas y con el cuchillo separo delgadas láminas de manteca que voy depositando sobre uno de los panes que tomé de la tostadora y mientras saco la segunda rebanada veo como se van derritiendo. Repito el procedimiento para el otro pan. Escucho TITU, TITU, TITU. Veo escrito con letras verdes sobre fondo negro "LA COMIDA ESTA LISTA" en el display del horno a microondas. Ya va. Terminé con las tostadas y arrimo el plato al borde de la mesada para que este más cerca de la mesa así lo tomo cuando paso con la taza de café con leche. Me apuro a sacar el brebaje antes que vuelva a sonar el estridente aviso de "la comida está lista". Dicho y hecho, ya sentado a la mesa me dispongo a desayunar, solo y en silencio.
El silencio de la mañana me tortura. El cantar de los pájaros mañaneros, el rugir de un motor diesel de un ómnibus que pasa a dos cuadras, las hojas de los árboles ya frondosos sacudidas por el viento y hasta el sonido del sol asomando me taladra el cerebro. Enciendo la radio, uh!, y bajo el volumen. No, esto no. Cambio y veo en el dial 95.1. Si, música lounge suave, esto va a tapar esos insoportables ruidos. Sigo desayunando, aunque a esta altura solamente me queda el café porque estaba un poco caliente y las tostadas se me acabaron antes. El sonido de la radio se mimetiza y se integra con el resto, ya no está todo bien como antes. Chau música!. Sigo bebiendo mi café tratando de no prestar atención al ambiente. El fondito mejor no, mirá si justo ahí están los champiñones. El plato y la taza van a quedar donde están y como debe ser, sobre la mesa.
Vuelvo al cuarto. Me recibe la mujer que amo con los ojos entreabiertos y con un "donde estabas?". Y espeto un "en el Parque Centenario".
- Dónde estabas?
- Desayunando.
- Por que?
- Porque tenía hambre.
Este diálogo se dio mientras retornaba a mi lugar en la cama y me cobijaba bajo las sábanas ya que en el pasillo estaba bastante fresco. La abrazo y trato de reconciliar el sueño, cosa que se me hace bastante difícil. Estoy entrando en estado alfa de nuevo, y me veo escribiendo esto, uno de estos días. Tengo que encontrar la foto adecuada, pero antes mejor tengo que encontrar el lenguaje y el estilo, no va a ser fácil. Hay frases que son impecables, mejor las escribo ahora. Pero si me despierto voy a interrumpir la creación, pero si no las anoto me las voy a olvidar. No creo, no estoy dormido y esta ensoñación me favorece.
PIPIPI PIPIPI…
PIPIPI PIPIPI…
PIPIPI PIPIPI…
Snooze, dos veces más y me levanto.
2 Comments:
Holas! me encanto tu relato, me antojaste los panes y me transmitiste la sensacion de la comodidad de una cama con el amor de tu vida.
Y si, despertar a la realidad y a la rutina diaria es fastidioso.
Feliz fin de semana!
Me gusto mucho, la verdad es que es horrible cuando te pasa eso, estas dormido o mas o menos en esas y te das cuenta que tienes que escribir, a mi casi siempre se me van las ideas maravillosas que me surgen en ese estado ya que nunca me levanto a escribirlas y menos cuando tengo al ladito a mi novio, pero bueno eso es parte de.
P.D. Gracias por tus visitas a mi pagina.
Saludos!
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