Pero donde carajo estoy? (un relato adolescente)
No estoy nervioso, lo que pasa es que no me gusta estar en un lugar que no se que es, y para colmo que no haya luz, eso es lo que más me disgusta.
Paredes!, donde están las benditas paredes?. Las voy a buscar porque generalmente tienen puertas, y sino tienen esquinas donde encontrar más paredes, o en su defecto hay interruptores. Pero al parecer no hay paredes, o a lo mejor están escondidas.
Uy mierda!, me tropecé con algo. Que es?. Ahora tengo que tantear, y si hay algo que odio es tantear, eso me da miedo, anda a saber con que me encuentro. Acá está!. Paso la mano por la cosa, es dura, la agarro. La examino pero no se asemeja a nada que tenga en la mente en este momento. La voy a tirar, no!, mejor no. Quizás después me de cuenta que es, o quizás me sea útil. Como no es pesada ni grande es fácil de llevar. Me incorporo y sigo caminando con la cosa. Ay, me choqué!. Una pared, es lo primero que se me ocurre. Me desilusiono, no tiene puertas, ni esquinas, ni llaves de luz; es más no es una pared, es un mueble. Encontré un cajón, está vacío. Ya se!, voy a guarda la cosa adentro. Lo hago. Me pongo muy contento porque es la primera cosa útil que puedo hacer desde que estoy acá. Reviso el mueble, hay otro cajón con otra cosa exactamente igual a la que guardé en el cajón de al lado. Sigo revisando, encuentro estantes. Otra vez me pongo contento porque están llenos de libros. La alegría se esfuma rápidamente, no hay luz.
Sigo caminando cautelosamente, moviendo las manos como un estúpido para no chocarme con nada. En mi paso me encuentro una silla, me siento, me paro, sigo caminando y moviendo las manos. Un sillón!, me siento, me cambio de posición, me paro, sigo caminando y moviendo las manos. No pasa nada, me aburrí. Que hago ahora?
Ya se!, vuelvo sobre mis pasos, me choco con el sillón y la silla, como no me iba a chocar si me olvidé mover las manos!. Llego al mueble, abro uno de los cajones, saco una de las cosas, regreso casi corriendo y sin mover las manos al sillón, obviamente en el camino me tropiezo con la silla. Me siento y comienzo a toquetear la cosa. Yo sabía que iba a servir para algo. Pero que divertido estoy!. Ya me aburrí. Voy y la coloco en el cajón que quedo vacío, aunque primero abrí el otro. En el camino me llevé por delante la silla, esta vez la pateé bien lejos, haciendo un moretón en la pierna, pero como no lo veo solo que quejo un poco por el dolor.
SILENCIO!!!, escucho una respiración!. Que será?. Me dirijo hacia el lugar de donde proviene, despacio, cuidadoso y moviendo las manos. Encontré algo!, es una cama, y sobre ella hay un ser vivo. Toco muy sigilosamente, es una persona!. Es hombre o mujer?. Le toco la cara y no me doy cuenta. Sigo tocando indeciso un poco más. UIA!!!, una teta!!!, es mujer!!!. La despierto o no?, (supongo que esta dormida, eso espero, porque la tentación pudo conmigo y seguí tocando aun después de haber reconocido su sexo). Y si se enoja?, no importa la voy a despertar, y si se enoja, es su problema yo estoy muy aburrido. La despierto, me da un beso en la mejilla, me dice hola y me pide que encienda la luz. Yo le respondo el saludo, le digo que no se quien es y le explico que no hay luz, ni paredes, ni nada.
Después de hablar un rato, buscando algún pariente o amigo en común, averiguamos que ni siquiera somos de la misma ciudad. Nos aburrimos. Yo la invito a salir. Antes de que se pare le explico lo de las manos.
- Ves, tenes que mover las manos as{i como una estúpida, (la tomo de los brazos y le hago una demostración práctica del asunto). Luego de esto ella accede a salir conmigo. La llevo a mueble, abro los dos cajones, saco las dos cosas y la llevo al sillón. Se sienta y le doy una de las cosas. Yo le cuento que tengo otra cosa igual a la que le di y le pregunto si me la puede sostener mientras voy a buscar la silla. Acepta gentilmente . Camino, me tropiezo, era la silla. La acerco al sillón. Mientras ella me da mi cosa me pregunta que es. Le contesto que no tengo ni la menor idea, pero que es muy divertido. Ella trató de disimularlo pero nos estabamos aburriendo de lo lindo. Le doy la mano y vamos al mueble, abro los dos cajones, cada uno guardo su cosa en uno. Caminamos hasta la cama, nos sentamos, hablamos, ella se acuesta y se queda dormida enseguida. Yo medito y me duermo también. Tendré que esperar a que se prenda un luz, o por lo menos a que ella se despierte.
Paredes!, donde están las benditas paredes?. Las voy a buscar porque generalmente tienen puertas, y sino tienen esquinas donde encontrar más paredes, o en su defecto hay interruptores. Pero al parecer no hay paredes, o a lo mejor están escondidas.
Uy mierda!, me tropecé con algo. Que es?. Ahora tengo que tantear, y si hay algo que odio es tantear, eso me da miedo, anda a saber con que me encuentro. Acá está!. Paso la mano por la cosa, es dura, la agarro. La examino pero no se asemeja a nada que tenga en la mente en este momento. La voy a tirar, no!, mejor no. Quizás después me de cuenta que es, o quizás me sea útil. Como no es pesada ni grande es fácil de llevar. Me incorporo y sigo caminando con la cosa. Ay, me choqué!. Una pared, es lo primero que se me ocurre. Me desilusiono, no tiene puertas, ni esquinas, ni llaves de luz; es más no es una pared, es un mueble. Encontré un cajón, está vacío. Ya se!, voy a guarda la cosa adentro. Lo hago. Me pongo muy contento porque es la primera cosa útil que puedo hacer desde que estoy acá. Reviso el mueble, hay otro cajón con otra cosa exactamente igual a la que guardé en el cajón de al lado. Sigo revisando, encuentro estantes. Otra vez me pongo contento porque están llenos de libros. La alegría se esfuma rápidamente, no hay luz.
Sigo caminando cautelosamente, moviendo las manos como un estúpido para no chocarme con nada. En mi paso me encuentro una silla, me siento, me paro, sigo caminando y moviendo las manos. Un sillón!, me siento, me cambio de posición, me paro, sigo caminando y moviendo las manos. No pasa nada, me aburrí. Que hago ahora?
Ya se!, vuelvo sobre mis pasos, me choco con el sillón y la silla, como no me iba a chocar si me olvidé mover las manos!. Llego al mueble, abro uno de los cajones, saco una de las cosas, regreso casi corriendo y sin mover las manos al sillón, obviamente en el camino me tropiezo con la silla. Me siento y comienzo a toquetear la cosa. Yo sabía que iba a servir para algo. Pero que divertido estoy!. Ya me aburrí. Voy y la coloco en el cajón que quedo vacío, aunque primero abrí el otro. En el camino me llevé por delante la silla, esta vez la pateé bien lejos, haciendo un moretón en la pierna, pero como no lo veo solo que quejo un poco por el dolor.
SILENCIO!!!, escucho una respiración!. Que será?. Me dirijo hacia el lugar de donde proviene, despacio, cuidadoso y moviendo las manos. Encontré algo!, es una cama, y sobre ella hay un ser vivo. Toco muy sigilosamente, es una persona!. Es hombre o mujer?. Le toco la cara y no me doy cuenta. Sigo tocando indeciso un poco más. UIA!!!, una teta!!!, es mujer!!!. La despierto o no?, (supongo que esta dormida, eso espero, porque la tentación pudo conmigo y seguí tocando aun después de haber reconocido su sexo). Y si se enoja?, no importa la voy a despertar, y si se enoja, es su problema yo estoy muy aburrido. La despierto, me da un beso en la mejilla, me dice hola y me pide que encienda la luz. Yo le respondo el saludo, le digo que no se quien es y le explico que no hay luz, ni paredes, ni nada.
Después de hablar un rato, buscando algún pariente o amigo en común, averiguamos que ni siquiera somos de la misma ciudad. Nos aburrimos. Yo la invito a salir. Antes de que se pare le explico lo de las manos.
- Ves, tenes que mover las manos as{i como una estúpida, (la tomo de los brazos y le hago una demostración práctica del asunto). Luego de esto ella accede a salir conmigo. La llevo a mueble, abro los dos cajones, saco las dos cosas y la llevo al sillón. Se sienta y le doy una de las cosas. Yo le cuento que tengo otra cosa igual a la que le di y le pregunto si me la puede sostener mientras voy a buscar la silla. Acepta gentilmente . Camino, me tropiezo, era la silla. La acerco al sillón. Mientras ella me da mi cosa me pregunta que es. Le contesto que no tengo ni la menor idea, pero que es muy divertido. Ella trató de disimularlo pero nos estabamos aburriendo de lo lindo. Le doy la mano y vamos al mueble, abro los dos cajones, cada uno guardo su cosa en uno. Caminamos hasta la cama, nos sentamos, hablamos, ella se acuesta y se queda dormida enseguida. Yo medito y me duermo también. Tendré que esperar a que se prenda un luz, o por lo menos a que ella se despierte.